El consumo de los alimentos necesarios para prevenir las enfermedades es fundamental para que desde edades muy tempranas se cuide a la salud. Así, con la ingesta de nutrientes y minerales se pueden evitar enfermedades que pueden afectar a lo largo del tiempo.
En ese sentido, uno de los minerales que resultan claves para prevenir problemas en los huesos y que evita problemas de salud como la osteoporosis es el magnesio. Gracias a sus propiedades, es uno de los ítems obligatorios para quienes ya tengan antecedentes familiares.
El cuidado de la salud depende de una alimentación equilibrada y del consumo de los nutrientes que el cuerpo necesita para mantenerse fuerte y funcional. Este mineral es valioso para proteger el sistema óseo, ya que juega un papel clave en procesos metabólicos cruciales. La presencia adecuada de este nutriente permite fortalecer los tejidos óseos, reducir el riesgo de lesiones y mejorar la calidad de vida a lo largo de los años.
No sólo quienes tienen antecedentes familiares de enfermedades óseas deben prestar atención a su ingesta de magnesio. Diversos estudios coinciden en que la prevención es mucho más efectiva cuando se incorporan los nutrientes esenciales desde la infancia y la juventud, evitando déficits que pueden manifestarse en la adultez por fatiga muscular, calambres o, incluso, pérdida de densidad mineral en los huesos.

Por qué el magnesio es esencial para fortalecer los huesos
El magnesio es un mineral que realiza múltiples funciones en el organismo. Entre sus principales beneficios, se ha demostrado que es indispensable para la formación y mantenimiento de huesos sanos, ya que interviene en la fijación y aprovechamiento adecuado del calcio, otro nutriente vital para el sistema esquelético. Una cantidad suficiente de magnesio favorece el desarrollo óseo y contribuye a aumentar la densidad mineral, lo que disminuye el riesgo de fracturas y la aparición de osteoporosis, una de las enfermedades más prevalentes en la población adulta.
De acuerdo con la Oficina de Suplementos Dietéticos de los National Institutes of Health (NIH), una parte significativa de la población no alcanza los requerimientos diarios recomendados de este nutriente, situación especialmente frecuente en personas mayores, adolescentes o pacientes con patologías crónicas como diabetes tipo 2 o trastornos gastrointestinales. La deficiencia sostenida de magnesio no sólo compromete la salud ósea, sino que también puede traducirse en síntomas físicos como pérdida de apetito, náuseas o debilidad muscular.
La evidencia científica respalda que mantener niveles adecuados de magnesio mediante la alimentación o, bajo supervisión médica, con suplementos, es determinante para sostener la estructura ósea y retrasar el deterioro propio del envejecimiento.

Alimentos ricos en magnesio y recomendaciones para su consumo
Para garantizar una protección efectiva de los huesos, es fundamental identificar qué alimentos aportan magnesio en cantidades relevantes. Se encuentran buenas fuentes en:
- Las legumbres
- Los frutos secos
- Las semillas
- Los cereales integrales
- Las verduras de hoja verde.
Los productos lácteos y algunos alimentos fortificados también contribuyen a cubrir la demanda diaria de este mineral.
Las guías alimentarias internacionales recomiendan priorizar el consumo de estos productos antes de recurrir a suplementos comerciales, salvo prescripción médica. En casos de déficit diagnosticado o cuando existen condiciones que dificultan la absorción, los especialistas pueden indicar formas de magnesio de alta disponibilidad, como el citrato o el cloruro de magnesio. Sin embargo, su uso debe ser administrado con precaución, ya que el exceso puede provocar alteraciones digestivas y, en determinadas circunstancias, interactuar con medicamentos de uso habitual.


































