En el mundo Newell’s, los sueños suelen tener nombre y apellido: Lionel Messi. En las últimas horas, la expectativa creció de manera exponencial tras conocerse que la actual conducción del club ha puesto como prioridad realizar gestiones formales para seducir al astro rosarino.

Según trascendió desde el seno de la institución, el objetivo es claro: lograr que el capitán argentino se ponga la rojinegra una vez que concluya el Mundial 2026, coincidiendo con el fin de su etapa en Estados Unidos.
La estrategia de la dirigencia no es solo una expresión de deseo, sino que se apoya en vínculos estrechos y señales que alimentan la esperanza del hincha. El círculo cercano al presidente Ignacio Boero considera que existen gestos alentadores por parte de la familia del jugador, quienes mantienen su arraigo con Rosario intacto. A esto se suma un factor clave: la sintonía fina entre la cúpula leprosa y Matías Messi, hermano de Leo y referente de Leones FC, lo que facilita un canal de diálogo directo.

Desde el búnker del Parque Independencia aseguran que “harán todo lo que esté a su alcance” para concretar esta cuenta pendiente. Si bien Messi siempre ha sido cauto sobre su futuro, el operativo retorno ya tiene bases sólidas.
La idea es que, tras la cita mundialista de Norteamérica, el astro encuentre en Rosario el escenario ideal para cerrar su carrera profesional, cumpliendo aquel viejo anhelo que nació en las infantiles de Malvinas.































