Los episodios de violencia de género en la vía pública vienen registrando un incremento en los últimos meses, con hechos captados tanto por cámaras de seguridad como por testigos ocasionales. La situación reaviva la preocupación social por la ausencia de mecanismos efectivos de prevención y resguardo para las víctimas.
Ramona, oriunda de Montecarlo, atravesó seis años de violencia junto a su ex pareja, Rodrigo M. (35), llegando a sufrir quemaduras en la espalda. Tras cortar el vínculo, ahora enfrenta hostigamiento en la calle y pérdidas económicas derivadas de los ataques.
Hace dos años, ambos se habían mudado a Puerto Iguazú y vivían en el barrio Santa Rita. Luego de repetidos episodios de violencia, él la expulsó del hogar y arrojó sus pertenencias a la vía pública. La mujer logró mudarse a otro barrio y reconstruir su vida.
Pero la agresión volvió la semana pasada. “Me iba a trabajar, llevaba ropa para vender, y él pasó, estacionó el auto más adelante, me alcanzó, me insultó, me agarró de los brazos y se llevó las prendas que tenía para vender”, relató Ramona.
La víctima advirtió que se trata de un patrón reiterado. “En repetidas oportunidades me golpeó e incluso me quemó con agua caliente. No sé qué busca. Tengo entendido que tiene otra pareja, pero me escribe y me hostiga. Me volví unos días a Montecarlo por miedo. La policía notificó la orden de restricción y él me escribió para amenazarme”, afirmó.
El viernes pasado, Ramona denunció el ataque en la Comisaría Segunda, luego de obtener los registros fílmicos de un complejo hotelero que captó la agresión. La notificación policial a su ex pareja se concretó cinco días después. Aun así, la mujer teme que pueda atacarla nuevamente y también debe afrontar la posible reposición de la ropa que le fue sustraída.
“Yo no sé qué hacer. Tengo miedo que me vuelva a atacar en la calle o en cualquier lugar”, remarcó.
Fuente: El Territorio





























