La denuncia por abuso de menores que involucra al empresario Marcelo Porcel tuvo en las últimas horas un fuerte impacto público luego de que Angie Balbiani decidiera hablar en Intrusos. Su testimonio no fue como panelista ni figura mediática, sino desde un lugar estrictamente personal: el de una madre atravesada por una causa que toca de cerca a su familia, ya que su hijo mayor, Benjamín, asiste al mismo colegio de Palermo que los hijos del acusado.
“Este caso me interpela personalmente porque es un padre del colegio de mi hijo”, afirmó Balbiani al comenzar su relato. Según explicó, su hijo compartió durante mucho tiempo actividades escolares y sociales con el hijo de Marcelo Porcel, empresario imputado desde junio de 2024 por abuso sexual y corrupción de menores. Si bien aclaró de manera contundente que su hijo no forma parte del expediente judicial, sostuvo que la lectura de la causa le generó un impacto emocional profundo.
“Yo suelo leer expedientes por mi trabajo y este es muy doloroso, porque conozco los nombres, los apellidos y el modus operandi que este hombre utilizaba. Son los compañeros de tu hijo. Son los compañeros de mi hijo”, expresó, visiblemente afectada.
Balbiani reveló detalles sobre el empresario
Durante su testimonio, Balbiani describió el rol que el acusado tenía dentro de la comunidad escolar. “Era el típico padre pata, el que te buscaba, te traía, te llevaba. Había una complicidad que excedía una relación normal entre padres”, relató. Según los testimonios incluidos en la causa, los chicos coincidieron en que Porcel solía pasar a buscarlos, insistía para que se quedaran a dormir y que esos encuentros se repetían con frecuencia. “Era un lugar donde, si ibas, por lo general te quedabas a dormir”, señaló.
Angie explicó que los menores involucrados tenían entre 13 y 14 años, aunque no descartó que puedan sumarse relatos de chicos de otras edades. Siempre basándose en lo que consta en el expediente, contó que a los adolescentes se les ofrecía alcohol y dinero. “Les ponía un vaso de alcohol a menores que quizás nunca habían tomado en su vida y les ofrecía plata para que se lo tomaran”, detalló.
En ese sentido, remarcó la gravedad del vínculo de poder que se establece en ese tipo de situaciones. “Cuando un padre de familia invita a tu hijo a su casa, uno asume que lo va a cuidar. Es una relación absolutamente asimétrica”, sostuvo. También explicó que, con el tiempo, los chicos comenzaron a advertir patrones comunes cuando hablaron entre ellos, y que los encuentros no se limitaron a una sola vivienda.
Uno de los momentos más fuertes de su testimonio fue cuando habló de su vínculo personal con el acusado. “Yo he ido a buscar a mi hijo a su casa. Me he sentado a hablar con él”, contó. A partir de la denuncia, explicó que mantuvo una conversación directa con su hijo: “Yo me senté a hablar con mi hijo para decirle: ‘Por favor, si pasó algo, decime’”.
Balbiani también se refirió a las medidas judiciales adoptadas tras la denuncia realizada el 5 de julio. Según explicó, se dictó una cautelar que le prohibía al imputado llevar chicos al colegio y acercarse al club donde practicaban deportes. Sin embargo, relató que, de acuerdo con los testimonios, en algunas ocasiones continuaba trasladando a sus hijos y los dejaba a varias cuadras de la escuela.
En cuanto al avance de la causa, señaló que Marcelo Porcel se encuentra actualmente en Uruguay con autorización judicial, mientras continúan las declaraciones de los menores en Cámara Gesell. “Ya algunos declararon y es muy fuerte lo que relatan”, afirmó.
Balbiani también puso el foco en el impacto emocional que atraviesan las familias y la comunidad. “Encontrarte con un supuesto abusador en la playa, en el colegio o en las cuadras linderas a tu casa debe ser muy doloroso”, reflexionó. Sobre los chicos, fue contundente: “Hay vergüenza y miedo. Nunca pensaron que un padre que era tan cómplice iba a ser esto”.
En el cierre, expresó una profunda admiración por los padres de los menores directamente afectados. “Yo agradezco que no me haya pasado a mí, porque no sé si tendría la templanza que tienen los padres ahora”, dijo.





















