El caso de Nicolás Payarola, exabogado de Wanda Nara detenido a fines de noviembre, sumó este lunes un capítulo tan inesperado como explosivo. La Justicia concluyó el peritaje de su teléfono celular y el contenido hallado abrió una nueva línea de escándalo que combina chats comprometidos, supuestos rituales de brujería y pagos a periodistas.
La información fue revelada por Yanina Latorre al aire de SQP (América), donde aseguró que del dispositivo se extrajeron 172 capturas de pantalla con material sensible. “En este momento terminaron de peritar el teléfono de Payarola. La cantidad de gente comprometida… Son 172 capturas muy complicadas. El tipo hacía brujerías, tenía una bruja que mataba gallinas. Hay muchos chats”, lanzó la conductora, generando impacto inmediato en el estudio.
Según detalló Latorre, uno de los elementos más llamativos del peritaje es la frecuencia de los intercambios de Payarola con una mujer a la que identificó como una bruja, con quien hablaba incluso más que con otras personas de su entorno. De acuerdo a su relato, el exabogado le encargaba rituales semanales que incluían la matanza de gallinas, motivado por una fuerte obsesión con tres personas a las que consideraba “enemigos acérrimos”: la abogada Lara Piro, el futbolista Gonzalo Montiel y Sergio Occhiuzzo, uno de los primeros denunciantes en su contra.
En ese contexto, Latorre fue especialmente dura al referirse al perfil del detenido. “Estamos hablando de Payarola: gente marginal, un estafador de poca monta”, afirmó, y sostuvo que el exletrado intentó construir poder y dinero a partir de su cercanía con figuras mediáticas. “Él creyó que hablando con autoridad de su relación con Wanda y L-Gante se iba a hacer millonario”, agregó.
La panelista también vinculó este nuevo giro del caso con otros testimonios recientes. Recordó que en las últimas horas una esteticista se presentó en el programa Infama y relató cómo Payarola la habría convencido de invertir a través de un fideicomiso. “Quiso buscar la fama, pero la fama lo metió preso”, reflexionó Latorre, sintetizando el derrotero del exabogado.
Este martes se hicieron virales imágenes donde Icardi se ve rodeado de gallinas, lo que generó dudas sobre si él también conocería este tipo de rituales y aún más si los ha practicado, pero no es algo que se haya comprobado.
Por su parte Icardi aprovechó la información para hacer un posteo extenso en contra del abogado, el cual finalizó con una imagen generada por IA sobre Payarola rodeado de gallinas. “Ni las gallinas te van a salvar”, expresó.

Para qué sirve este ritual con gallinas
El uso de gallinas en determinados rituales religiosos responde a razones simbólicas, económicas y rituales bien definidas dentro de tradiciones como la santería, y no a prácticas arbitrarias o improvisadas.
Según explica Grecy Pérez, doctora en Antropología por la Universidad de La Laguna y autora de la primera tesis doctoral sobre santería en España, los animales más utilizados en estos rituales son gallinas, gallos y palomas. La elección no es casual: se trata de especies accesibles, de bajo costo y culturalmente aceptadas dentro del sistema ritual, a diferencia de otros animales como cabras o chivos, que solo se sacrifican en ocasiones excepcionales debido a su alto valor económico.
Desde el punto de vista religioso, el sacrificio animal cumple una función central en ciertos rituales, especialmente en los ritos de iniciación, donde la sangre es un elemento indispensable. Pérez es clara en este punto: hay ceremonias que requieren sangre para ser válidas, y omitirla implica realizar un rito incompleto. En ese contexto, el sacrificio no es simbólico sino funcional dentro de la lógica de la religión.
Además, estos rituales no terminan con la muerte del animal. La antropóloga señala que es habitual que la carne se cocine y se comparta entre los participantes, lo que refuerza el carácter comunitario de la ceremonia y evita el desperdicio, alejándose de la idea de un acto meramente violento.
Por último, en algunos casos los animales sacrificados se utilizan como ofrendas a determinadas deidades, y su disposición responde a un criterio simbólico preciso. Dependiendo de la entidad a la que se dirige la ofrenda, los restos pueden dejarse en la costa, en el mar o en cursos de agua dulce, lugares asociados a cada figura religiosa.
















