La soledad no entiende de fama ni de privilegios. Marta Fort, hija del recordado Ricardo, expuso el profundo dolor que la aqueja y logró conmover a sus seguidores con un mensaje cargado de emoción. Desde sus redes sociales, la joven modelo e influencer abrió su corazón y compartió una reflexión íntima sobre la ausencia y la tristeza que siente, demostrando que ni el dinero ni el lujo pueden aliviar ciertas heridas.
El duro episodio que atraviesa Marta Fort
En su publicación, Marta decidió abrir su corazón y compartir una reflexión profunda sobre su presente emocional. “Es inevitable para mí no sentirme en soledad y triste cuando, dentro de mi propia familia, la única que me quedó y en la que tendría que encontrar complicidad, hay personas que no quieren verme crecer, cuando son las que más necesito que confíen en mi capacidad y me impulsen”, escribió la joven en un mensaje lleno de honestidad y dolor.
Las declaraciones de Marta resonaron con muchos de sus seguidores, especialmente con quienes alguna vez buscaron contención en su entorno más cercano y solo encontraron distancia. “Es doloroso sentir que lo que para mí representa un camino de esfuerzo y compromiso, para otros se convierte en una amenaza o motivo de conflicto. Y cuando menos conflicto hay, es porque menos cercanía hay”, expresó con crudeza. Más que tristeza, sus palabras reflejan una batalla silenciosa por sentirse parte dentro de su propio hogar. “Cuando eso pasa, no hay vida ostentosa ni viaje a Miami que lo tape”, concluyó, dejando en evidencia que el vacío emocional no se llena con lujos ni privilegios.
La publicación, que despertó múltiples especulaciones al no apuntar a un destinatario concreto, llegó en un momento particularmente sensible para Marta Fort. Como cada año, el 5 de noviembre reavivó una herida: el que habría sido el cumpleaños número 57 de su padre, Ricardo Fort. La joven influencer decidió abrir el baúl de los recuerdos y compartió con sus seguidores un video familiar de una antigua Navidad. En las imágenes, la alegría, hoy tan distante, iluminaba los rostros de Marta, su hermano Felipe y el recordado empresario chocolatero.
“Este último tiempo estuve un poco más ausente en las redes, ya que estuve con una mezcla de emociones”, explicó sobre la publicación. Su sinceridad continuó sin filtros: “Hace poco viví muchos cambios que me hicieron sentir, por un lado, muy feliz, pero por otro en un estado de melancolía, depresión y con dudas constantes”.
Con la honestidad de quien carga una ausencia profunda, Marta explicó el origen de ese dolor: “Me mudé, empecé a adentrarme en la empresa familiar, cumplí logros personales y laborales que jamás hubiera imaginado, y crecí mucho en ese sentido. Pero, por otro lado, hay una persona con la que me hubiera gustado compartir esta nueva etapa que hoy no está a mi lado. Siendo una de ellas, una figura tan importante como mi papá”, confesó.
En las noches, cuando el ruido baja y la soledad se impone, sus sentimientos afloran con fuerza. “A veces me encuentro sola, con miedo, con incertidumbre sobre lo que se viene. Son esos momentos en los que más lo extraño, en los que más necesito tener a alguien con quien contar, con quien encontrar mi lugar seguro”, admitió, dejando entrever la vulnerabilidad detrás de su exposición pública.
El recuerdo de su padre sigue siendo su refugio y su espejo. “El pensamiento de cómo hubiera reaccionado, qué me diría o qué sentiría al verme hoy, me acompaña todo el tiempo. Suelo reprimir mis sentimientos, pero nunca estuve tan sensible con este tema como ahora”, reconoció.
Finalmente, eligió cerrar el homenaje con ternura y gratitud. “Hoy, en el día de su cumpleaños, quiero recordarlo de esta manera: dejando en claro que no importa cuánto tiempo pase, siempre lo voy a seguir recordando. Siempre voy a tener la necesidad de recurrir a mi papá en los momentos importantes y me alegra que ustedes también sigan manteniendo viva su imagen en el día a día”. Un “Feliz cumpleaños”, una declaración de amor y un emoji de corazón en llamas sellaron su mensaje más emotivo.
