Se cumplieron cinco años de la noticia que enlutó al fútbol, y que todavía duele y lo seguirá haciendo. La muerte de Diego Maradona. Un Diego cordobés, que también lució la 10 con maestría en Talleres, le tributó un recuerdo especial.
Diego Garay debutó en Primera en el Newell’s que contó en sus filas con Maradona. Incluso, le tocó ingresar desde el banco para reemplazarlo en un par de partidos en aquel Apertura de 1993. Compartió entrenamientos y vestuario, respiró el mismo aire. Y le quedó la admiración para siempre.


“En el año 2.000 fue el partido despedida de Daniel Valencia en el estadio Córdoba. Vino Diego, con muchas figuras del fútbol, y su presencia era furor. Cuando entré al vestuario par cambiarme, él estaba en una camilla, lo estaban masajeando. Me vio a lo lejos y me dijo. ‘Garay estás agradado que no saludás...’ Yo no lo podía creer, así era Diego, conocía a todo el mundo, se acordaba de todos”.

“Yo había pasado de largo porque sentía vergüenza, pensé que no me reconocería. Y se asomó entre todos para decirme agrandado jaja. Yo que jamás me animé a pedirle una foto juntos. Sí tengo algunos recortes de diario, nada más porque irradiaba una admiración profunda, y no porque él lo hiciera notar”, indicó Garay.

El recuerdo fresco de Garay, en diálogo con Showport Radio, también se remontó al triste día en que se conoció la noticia de la muerte de Maradona. “Estaba trabajadno y me avisó mi señora. Fue un momento tristísimo, Y fue inesperado, porque si bien sabíamos que no estaba del todo bien, es como que son seres inmortales para uno, nunca pensás que no lo vas a tener más”, se emocionó.
EL MARADONA QUE CONOCIÓ DIEGO GARAY
“Fue raro lo que sentí cuando falleció Diego. Viví pequeños momentos con él, yo tenía apenas 17 años cuando lo conocía en Newell’s, me quedan en al memoria y es un orgullo", recapituló Diego Garay.

“Cuando llegó a Newell’s fue tremendo todo el movimiento en Rosario. Pero en la intimidad del vestuario, de los entrenamientos, era muy humilde, muy noble. Nos trató siempre por igual”, volvió en el tiempo es ex Talleres.

“Ese es un legado que dejó. De un jugador extraordinario, y que era una persona tan humilde. Y su compromiso con los planteles que integró, muy empático, muy de defender a los compañeros. Cuando las marcas le mandaban botines, los repartía con los chicos de las Inferiores que no tenían, a mi me regaló un par”, testimonió.
































