La provincia de Córdoba tiene una infinidad de razones para ser visitada a lo largo del año. Pero algo muy común es que cuando los turistas regresan a sus hogares, suelen llevarse unas cuantas cajas de alfajores, pero quienes conocen la colación cordobesa la escogen para sorprender a sus familiares.
En diálogo con Vía Córdoba, Fernando Evangelisti, contador de profesión y socio de La Costanera Alfajores, emprendimiento que tiene 98 años de vida en Córdoba, reveló la historia de la icónica preparación que es un manjar relleno de dulce de leche.
El origen de la Colación cordobesa, el alfajor de una tapa relleno de dulce de leche
Sus inicios se remontan al 1.800 en el cual las monjas de la Iglesia y Convento de Santa Teresa cocinaban la preparación para los estudiantes del Real Convictorio de Nuestra Señora de Monserrat.
A ciencia cierta no se sabe el motivo fehaciente de su nombre, pero Evangelisti explicó las dos leyendas urbanas alrededor de este. “Porque se daba como media tarde, como merienda o porque se ofrecía para agasajar al final del curso, que era la colación”, refirió.

Cómo es la Colación cordobesa, el alfajor de una tapa relleno de dulce de leche
Por otro lado, para quienes no tuvieron la oportunidad de probarlo y quieren saber cómo es, lo describió de la siguiente forma: “Es un alfajor de una tapa con masa dura que no se puede industrializar”.
Precisamente, por esta razón, muchos emprendimientos gastronómicos dejaron de producirlo ya que su forma ovalada requiere un corte a mano. Lo mismo ocurre con su relleno, que debe ser artesanal para quedar ideal y luego ser bañado por un glaseado de limón.